IA: ¿Amiga o enemiga? Descubre su lado oscuro

Es una tecnología basada en algoritmos y modelos matemáticos que procesan grandes cantidades de datos y puede tomar decisiones propias. Al ser tecnología, no tiene emociones, solo sigue instrucciones que le suministran y toma decisiones basadas en los datos que le han sido proporcionados.

Muy al contrario de lo que la mayoría de las personas con falta de conocimiento piensa, trae a la vida de las personas ya nivel empresarial muchos beneficios ya que puede ayudar a mejorar la eficiencia, productividad y toma de decisiones basada en datos.

También puede usarse para resolver situaciones en el área de la salud, educación y seguridad.

Al ser tecnología que se configura con algoritmos ya través de los humanos, las personas son las únicas responsables de cómo se utilizan las herramientas tecnológicas. Los seres humanos somos capaces de realizar cosas increíbles, para bien o para mal.

La Inteligencia Artificial por sí sola no es capaz de hacer daño y mucho menos pretender sustituir al ser humano, más bien, debemos reflexionar con respecto a su mal uso.

Por lo tanto, la IA es inherentemente peligrosa, es decir, su seguridad y efectividad dependen de cómo se diseña y utiliza.

Aunque existen algunas preocupaciones sobre el uso y desarrollo de la IA que pueden poner en riesgo la seguridad de las personas y sociedad, como por ejemplo:

• Mal uso de la IA:

Si es mal utilizado puede hackear sistemas de seguridad o realizar ataques cibernéticos.

• Control humano:

Siempre será necesaria la participación del humano y su capacidad de razonar para el uso adecuado, de lo contrario, puede generar consecuencias negativas.

• Singularidad tecnológica:

El “problema de la singularidad” es que la comunidad científica piensa que eventualmente la IA puede superar la inteligencia humana y volverse incontrolable.

Es importante, al saber que la IA es completamente manejada por el ser humano, velar por su correcto desarrollo y uso, de forma responsable y ética.

Es posible que sí supere la inteligencia humana en algunos campos como el área matemática por la gran precisión en los cálculos y en el análisis de grandes cantidades de datos.

Pero esto es motivado a que la IA es capaz de procesar grandes cantidades de datos y aprender de forma más rápida, algo que los humanos no podrían igualar.

Sin embargo, la IA carece de ciertas actitudes y capacidades que son innatas e inherentes al ser humano, como lo son: la creatividad, la intuición, la empatía.

La creación y el desarrollo de un sistema consciente con pensamiento propio, amerita que los seres humanos comprendan en su totalidad el funcionamiento del cerebro y de la consciencia.

Es decir, no es que no sea posible que las máquinas puedan simular ninguna parte de la mente, sino que no existe una máquina que pueda simular cada parte de la mente, lo que claramente expresa la imposibilidad de que la IA sustituya y supere la inteligencia humana en su totalidad.

Depende del complemento de ambas partes, tanto del ser humano como de la inteligencia artificial, ya que si bien, la IA procesa datos y realiza determinadas tareas de forma más rápida y eficiente, es el ser humano quien decide cómo será utilizada y aplicada la IA.

La IA no es el sustituto del ser humano, es una herramienta de apoyo que complementa y mejora las habilidades y capacidades humanas, ya que tiene múltiples usos, desde la resolución de conflictos a la automatización de tareas que le permiten al ser humano desarrollar otras habilidades únicas.

Esas habilidades son la creatividad, la empatía, la toma de decisiones informadas y la intuición, por lo tanto, el futuro dependerá de los seres humanos y los usos que desee otorgarle a la IA, como la desarrolle y aplique a cada ámbito de la vida diaria.

Por esta razón, los seres humanos siempre tendrán un importante papel sobre la IA, suponiendo que garantizarán la seguridad, eficacia y compatibilidad con los valores humanos, su uso ético y responsable por el bienestar de la sociedad.

Existen dos vertientes referentes al impacto de la educación sobre la IA:

• La IA para la educación y su transformación para que sea mejor.
• Educar a las personas para que florezca en un mundo transformado por la IA.

La educación siempre es útil para todos los procesos del ser humano, y al ser su papel fundamental, debe adaptarse a los cambios mundiales y tecnológicos que preparen a los estudiantes y personas en general a la interacción con las tecnologías.

Es un excelente aliado para los seres humanos y el mundo en general ya que puede automatizar tareas administrativas, analizar grandes cantidades de datos educativos que ayuden a los docentes a mejorar la enseñanza y consolidar el aprendizaje y sobre todo puede adaptarse a las necesidades individuales de cada persona garantizando que el proceso sea más eficiente.

A modo de conclusión, la IA puede mejorar cada sector de nuestras vidas y sociedad, pero dependerá de si se utiliza con ética y responsabilidad, visualizando soluciones seguras sobre los riesgos y desafíos potenciales.