Qué es la formación programada

La formación programada tiene como finalidad que los trabajadores obtengan una cualificación y las competencias necesarias para desarrollar sus tareas laborales.

Además, esta formación puede ser bonificada en las cotizaciones a la Seguridad Social por parte de la empresa, mediante la cuota de formación profesional. Esta cuota o crédito de formación variará en función de la plantilla de trabajadores que disponga la empresa, pudiendo decidir qué formación necesita, cómo y cuándo la realiza.

Asimismo, la empresa podrá organizar la formación por sí misma, o bien, agrupándose con otras empresas delegando todos los trámites en una entidad organizadora.

Entre los objetivos del sistema está el fomento a la formación de trabajadores; mejorar la productividad y competitividad de las empresas; aportar conocimientos y competencias a los trabajadores; potenciar el empleo; acreditar las competencias que adquieren los trabajadores; y fortalecer la negociación colectiva con el fin de que la oferta formativa se adecue al sistema productivo.

¿Cómo pueden ingresar las empresas a este sistema? Y ¿cuáles son las ventajas?

Si una empresa quiere mejorar las competencias de sus profesionales debe comunicar el inicio y final de sus acciones formativas programadas. Lo positivo es que la empresa decide si organiza ella misma la formación de sus trabajadores o bien contrata a una organización externa que debe estar previamente acreditada.

El punto importante es el financiamiento de la formación programada y sus costos asociados. Se encuentra a disposición de las empresas un crédito de formación desde el primer día de su ejercicio presupuestario. El crédito se hace efectivo a través de bonificaciones en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, siempre que el final de las acciones formativas sea comunicado correctamente. Las bonificaciones incluyen tanto acciones formativas de las empresas, así como permisos individuales de formación.

Algunas de las ventajas de la formación programada son los siguientes:

  1. Los trabajadores están mejor formados e informados.
  2. Pueden prepararse para realizar una nueva actividad.
  3. Promoción laboral y socialmente.
  4. Los trabajadores pueden acreditar sus conocimientos.
  5. Satisfacen su curiosidad.
  6. Mantenerse actualizado
  7. Mejoran la cualificación y conocimientos de los trabajadores
  8. La empresa es más competente
  9. Permitiendo la formación e investigación se deriva un aumento en la calidad de los productos y/o servicios ofrecidos.
  10. Se acentúa el compromiso de los trabajadores con la empresa.
  11. Poseen nuevos conocimientos, destrezas y habilidades.
  12. Mejora la satisfacción, motivación e integración en la empresa.
  13. Fomenta la participación.
  14. Ayuda a tener más conocimiento sobre nuevas tecnologías y formas de trabajar.
  15. Se consigue una mayor seguridad en el empleo.
  16. Reduce el número de accidentes laborales.
  17. Aumenta el nivel de eficiencia en el área.
  18. Permite al trabajador preparase para la asunción de responsabilidades, la toma de decisiones eficientes y la resolución de problemas.

Es importante señalar que para poder acceder a la formación bonificada, la empresa tiene que reunir diferentes requisitos y que en función del número de trabajadores que tenga le corresponde una cuota u otra, para poder formar a los empleados.

Como hemos visto son muchas las ventajas que aporta una formación de calidad dentro de la empresa.

No obstante, los empresarios deben implicarse en la formación anual de sus trabajadores porque es una gran inversión a corto plazo para su empresa, sin oponerse a que estos realicen cursos de formación, y más teniendo en cuenta que es a costo 0 tras una correcta bonificación.

Los trabajadores deben entender la formación como una oportunidad de mejora para su desempeño, aunque puedan existir barreras que derribar en un principio (resistencia a estudiar o hacer actividades fuera del trabajo, dificultad de horarios, conciliación de la vida laboral y familiar, entre otros).

Estos problemas iniciales son mucho más sencillos de abordar, con una buena atención y servicio que les lleven a obtener una mejora laboral y vital real.

El nuevo modelo de formación programada establece que cada empresa dispone de un crédito anual, que varía en función del número de trabajadores y de la cuantía ingresada por la empresa en concepto de cuota de formación profesional en el año anterior. Este crédito es anual y no acumulable, es decir, los créditos del año si no se consumen en cursos de formación se pierden.

Formación programada: Consideración

Los créditos se hacen efectivos mediante la aplicación de bonificaciones a la seguridad social una vez realizada la formación. Son beneficiarias las empresas del estado español que coticen por la contingencia de formación profesional. Tienen derecho a esta formación todos los trabajadores que estén acogidos al régimen general, independientemente del tipo de contrato y del número de horas que estén contratados.

Formador de Formación para el Empleo