Title 1¿Cuáles son mis números?
La libertad financiera, convertirte en emprendedor, es más riesgoso de lo que era tu escritorio, allí donde trabajabas. A menudo, pueden pasar meses y hasta años, para que puedas ver beneficios o ganancias.
Debes estar en la cima de tus finanzas, saber exactamente cuánto gastas cada mes, para decidir si tienes la suficiente cobertura económica y arriesgarte en una nueva aventura como la de emprender.
Además, considera cuánto necesitarás para invertir en tu nueva idea, cada mes; incluyendo el espacio de trabajo, marketing, y servicios como el teléfono e internet. No olvides tener en cuenta algo de dinero para emergencias.
Recién entonces, sabrás cuál es tu número.
¿Dejarías el contacto con la gente, por la libertad finaciera?
Parte de la diversión de trabajar para una empresa, es ser miembro de un equipo y tomar decisiones, juntos. Pero, convertirte en emprendedor, puede ser un camino solitario. No echarás de menos las conversaciones en los pasillos, o las relaciones interpersonales. Lo que vas a extrañar es el intercambio intelectual y el conocimiento que podías absorber en tu lugar de trabajo.
Ten en cuenta que estás cambiando de nivel. Pasas de ser parte de un grupo de personas, a estar por tu cuenta.
Asegúrate de tomar precauciones, suma a tu idea a otros, para no perder el sentido de pertenencia y seguir compartiendo tus ideas con otros.
¿Debo ser precavido o lanzarme de una vez?
Existen dos modos de entrar al mundo de la libertad financiera. Por un lado, puedes tomarte tu tiempo, planificar, ver hacia donde sopla el viento, ser metódico e ir paso a paso con la transición. Por el otro, puedes saltar de una vez y ver a donde te lleva el viento. La primera opción, parece la más razonable, aunque muchas personas, pueden responder mejor y alcanzar más rápido sus metas, trabajando bajo presión.
Algunos necesitan simplemente saltar del barco y hundirlo para motivarse y hacer las cosas bien. Todo dependerá de tu personalidad. Aunque siempre es recomendable tomarse todo con calma, sobre todo si tienes una familia que depende económicamente de ti.
¿Cuál es mi plan?
Antes que nada, revisa tu visión estratégica. Saber qué es lo que estás ofreciendo al mercado, está muy bien. Pero si no tienes claro cómo hacerlo, no podrás mantener el paso, ni llegar al cielo de la libertad financiera de la que hablamos.
Los elementos más importantes de tu plan deben ser los tiempos, estrategia financiera, y determinar si tu producto encaja con las necesidades del mercado.
Muchos nuevos emprendedores se enfocan demasiado en el marketing, invirtiendo el 90% de su tiempo planeando como desarrollarlo. Los empresarios exitosos pasan sólo el 30% en la mesa de planificación, el resto, lo pasan probando.
Tu foco no debería estar enteramente en la teoría de tu plan de negocios, sino probando ideas. No puedes saber si estás en lo correcto, hasta que tu producto o servicio genere alguna reacción en los consumidores.
¿Tienes en quien apoyarte?
El mundo de la libertad financiera, es un campo de pruebas. Lo que en realidad haces, es probarte a ti mismo, quizás más allá de donde creías que estaba tu umbral de dolor. Necesitas de alguien más, para intercambiar ideas y ayudarte a pasar los momentos difíciles.
Busca un mentor, o un colega que creas más experimentado, para esto. Quizás crear una red de emprendedores, con quienes interactuar semanalmente, en una “Tormenta de Ideas”. Ellos comprenderán cada uno de tus problemas y serán capaces de mantenerte positivo, ayudarte y recibir tu ayuda.
Nadie debería estar en esto solo. Necesitas de confidentes con los que probar tus ideas. Todos necesitamos un amigo que pase por lo mismo que nosotros y nos ayude a sacudir un poco la mente.
Importancia de lo que tienes para ofrecer y quién lo comprará
El mercado cambia constantemente y es impredecible. Puedes creer que tu idea funciona y saber lo que necesita tu audiencia, pero nunca te bases en tus instintos, mucho menos en experiencias anteriores.
La clave en el mundo de la libertad financiera y los emprendedores, para comprender al mercado es salir al ring y probar. Crea una versión básica de tu producto y colócalo frente a las personas a las que quieres llegar.
Es fundamental, demostrar el valor de lo que tienes con una respuesta real de los consumidores, no sólo con amigos que te digan que “eres genial”. Una vez que hayas hecho tus pruebas, toma el pulso constantemente del movimiento de tu marca y retoca, tuerce, cambia lo que vendes, hasta que encaje en la categoría en la que trabajas.
Si te das contra un muro, escucha lo que los clientes descontentos tienen para decirte. ¿Por qué el producto no es interesante? ¿Qué es lo que hace dudar a los consumidores de adquirirlo? Aprende a ser persistente y abrirte a todas las posibilidades, incluso fallar. Si encuentras que te estás desmotivando, tras haber cambiado tu idea una y otra vez, quizás el mundo de los emprendedores no es para ti.
La conclusión de todo esto es que, para entrar alcanzar tu meta y tocar la libertad financiera, una vez que determines si tu mente está en el lugar correcto, tienes los recursos, y un plan que te guíe hacia el éxito, sabrás si es tiempo de dar el salto. Recuerda, no lo hagas solo. Rodearte de las personas correctas, amigos y profesionales que te den su apoyo, sin duda harán la diferencia.
Y si quieres saber cuál es la importancia de tener la mentalidad correcta en lo que haces, te dejamos un testimonio impactante, sobre alguien a que siempre le dijeron que “no”, pero supo que lo que quería hacer no conocía de negativas.
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