¿Qué son las habilidades sociales?

Son aquellas técnicas que empleamos para modular nuestra conducta, en base a una necesidad o tarea en específica. Por lo tanto son destrezas que se pueden desarrollar y adaptar a la persona o actividad que se debe realizar. Por lo tanto son un conjunto de habilidades que nos permiten destacar o desenvolvernos con éxito en diferentes ámbitos.

El término de habilidades sociales es ampliamente conocido en el mundo laboral, ya que las empresas reconocen que sus candidatos deben tener dichas características. Por lo tanto, la persona que desee incorporarse a una empresa debe poseer dichas características para que su proceso de adaptación tenga éxito.

Tipos de habilidades sociales

¿Cuáles son las habilidades sociales que existen? ¿Cómo se dividen? A continuación te lo explicaremos de forma breve y con ejemplos:

Básicas:

Se trata de las habilidades que facilitan y mantienen la comunicación entre dos o más personas. Por lo general se aprenden desde temprana edad debido a que son necesarias para relacionarnos con los demás. Por ejemplo:

    • Escuchar de forma activa.
    • Saber cómo iniciar y mantener una conversación.
    • Hablar en público y en grupos.
    • Hacer y recibir cumplidos.
    • Presentarse y presentar a otra persona.
    • Agradecer.

Avanzadas:

Estas se adquieren posteriormente, siendo el resultado de convivir con otras personas. En este caso las habilidades se enfocan en saber expresar lo siguiente:

    • Dar direcciones e instrucciones.
    • Disculparse.
    • Pedir ayuda.
    • Asertividad.
    • Expresar opiniones e ideas.
    • Tener convicción.

Emocionales:

Son aquellas que nos permiten identificar y moderar nuestras emociones y sentimientos, además de identificar y comprender las de terceros. Entre ellas se encuentran:

    • Identificar las emociones y sentimientos.
    • Expresar correctamente nuestras emociones.
    • Saber brindar nuestro afecto.
    • Comprender los sentimientos de los demás.
    • Respetar y tolerar las emociones de terceros.
    • Saber animar y consolar a otros.
    • Perder el miedo a expresarnos en frente de los demás.

Negociadoras:

Son las habilidades sociales que nos permiten controlar las situaciones de conflicto, además de ayudarnos a moderar y manejar tanto las discusiones como los acuerdos. Entre las más destacables se encuentran:

    • Pedir permiso.
    • Compartir.
    • Ayudar a otros.
    • Tolerar y saber cómo responder o enfrentar las bromas.
    • Negociar.
    • Mantener el autocontrol.
    • Evitar peleas y discusiones.
    • Defenderse en el momento y de la manera correcta.

Planificadoras:

Nos permiten planificarnos, organizarnos y tomar decisiones. Por ejemplo:

    • Recaudar y clasificar la información.
    • Mantener la concentración.
    • Establecer nuestros objetivos.
    • Detectar los problemas e incidencias.
    • Tomar decisiones.
    • Resolver los problemas.

Tipos de habilidades sociales

¿Cuáles son las habilidades sociales que nos benefician? ¿Para qué sirven?

En primer lugar, las habilidades sociales, son aquellas capacidades o destrezas que podemos desarrollar en función de hacernos más aptos para comunicarnos mejor o para conseguir nuestro propósito.

Ahora bien, ¿Cuáles son las habilidades sociales que más nos benefician?. Responder esta pregunta, es subjetivo pues varía según cada persona, y al área en la que se vaya a aplicar. A nivel personal y laboral, las básicas son imprescindibles para desarrollar las buenas relaciones con otros, además de mantener buenas conversaciones en donde ambas partes se entiendan satisfactoriamente. Sin embargo, las avanzadas serán las que permiten que se afiance una afinidad entre los individuos, y siendo ideal en el área laboral para mantener la unión en el equipo.

Por otra parte, las emocionales, nos hacen más asertivos y poder comprender a los demás a través de sus emociones y sentimientos. De esta forma, se podrá tomar una decisión sobre cómo relacionarnos, cuando ser empáticos y mantener cierto comportamiento.

Ahora bien, las habilidades negociadoras nos benefician para acordar o dialogar con otros, discutir sobre un tema o cuándo existen mismos o diferentes intereses. Finalmente, las planificadoras son y sirven para tomar decisiones, delegar actividades, ser tolerantes, manejar el estrés y situaciones complejas.

¿Cuáles son las habilidades sociales para ser el candidato ideal de las empresas?

Si tu interés es convertirte en la persona que las empresas desean incorporar a su equipo, hay ciertas capacidades que tienes que tener. A continuación te explicamos cuáles son las habilidades sociales necesarias, para poder entrar al campo laboral:

1. Empatía:

Una persona que trabaje con un equipo, debe saber que tanto su labor como la de los demás son importantes. Por esto, debemos saber cómo dirigirnos a nuestros compañeros y cómo cooperar al mismo tiempo entre sí. Por ello la empatía es necesaria, porque debemos comprender las responsabilidad y capacidad del otro para saber de qué manera acoplarnos al mismo.

Esta habilidad es aún más importante en los líderes, que son los que deben estar al frente de todos los integrantes. Pues ser un buen líder requiere tener buenas relaciones con todos los participantes y reconocer el trabajo de cada uno y de sus esfuerzos.

2. Constancia:

Debemos saber que el trabajo que realizamos con su finalidad y esfuerzo, puede que sus frutos no sean visibles enseguida. Cada paso que demos hacia el alcance de los objetivos son importantes para lograrlos, pero solo con constancia es posible conseguirlo.

Ser perseverantes es esencial no solo para trabajar en un equipo, sino en nuestra vida cotidiana. Para aprender a trabajar o estudiar, la constancia es la base para que nuestros logros y fracasos se sostengan. Solo así se consigue ser un experto, hacer nuestro trabajo correctamente y poder dominar cualquier tema. Esto mismo se aplica para el alcance de nuestras metas personales, que necesita constancia para alcanzar el éxito.

3. Compromiso:

Ser comprometidos es fundamental, pero no solo con la empresa sino con nosotros mismos. Cuando sabemos cuál es nuestro rol e importancia del mismo, somos conscientes de las consecuencias de hacer o no nuestras actividades. En consecuencia, el compromiso es lo que nos motivará a continuar, a dar lo mejor de nosotros mismo y poder alcanzar las metas.

4. Pasión:

Es importante que estemos a gusto con la actividad que estemos realizando, ya que aquí la pasión juega un papel importante. Porque la misma nos mantiene motivados y con ánimo, siendo nuestra labor mucho más placentera. Y nos permite disfrutar del tiempo que invertimos en nuestro trabajo.

5. Humildad:

Porque nunca debemos olvidar que a pesar de ser muy buenos en nuestra área, siempre hay mucho que aprender. No solo en cuanto a conocimiento, sino también en actitudes y formas de cómo nos relacionamos con nuestros compañeros.

6. Compañerismo:

Cuando trabajamos en una empresa debemos saber que seremos parte de un equipo de trabajo. Es como todos estaremos en sincronía con las actividades a realizar, además de tener la cooperación y unión que como compañeros, es necesario mantener.

7. Capacidad para el trabajo en equipo:

Como hemos mencionado anteriormente, el trabajo en equipo es lo que permite que los proyectos y las metas se alcancen. Para ello, debemos mantener buenas relaciones con nuestros compañeros, cumplir con nuestras responsabilidades y saber cómo ayudar. De esta manera, lograremos que todos avancen y trabajen en un mismo fin.

8. Sacrificio:

Para alcanzar nuestras metas, bien sea a nivel profesional, laboral o personal, necesitamos invertir tiempo y esfuerzo en él. Es así como debemos saber cómo establecer las prioridades y determinar qué responsabilidades y tareas están por encima de las distracciones y del entretenimiento.

9. Capacidad de superación:

Debemos estar siempre enfocados en nuestras metas, trabajar para alcanzarlas y mejorar en el proceso, esto solo se consigue si deseamos superarnos. Por tal motivo, debemos querer ser cada vez mejores para conseguirlo, realizando formaciones, manteniendo relación con colegas o investigando. Superarnos no debe ser una tarea, sino la meta principal para alcanzar el éxito.

10. Resiliencia:

Es importante saber que si bien hay momentos y días donde nos sentimos bien, también está la parte contraria. Por esto es importante saber cómo afrontar dichas emociones y situaciones. Así, evitamos que influyan en nosotros y por ende en nuestro trabajo o en la forma de cómo nos llevamos con los demás.