Liderazgo inteligencia emocional

Vamos a zambullirnos en los errores más comunes que pueden comenter incluso aquellos que se destacan en los medios, para que sepas que errores debe evitar cualquiera que quiera ser considerado un buen jefe.

  1. No saber brindar un oído a sus empleados

Existe una poderosa práctica empresarial que aplican aquellos que hacen buen uso de su conocimiento en liderazgo inteligencia emocional conocida como “entrevistas de estancia”. Este concepto se basa en escuchar comentarios de los empleados para obtener una nueva visión sobre cómo mejorar el ambiente de trabajo que ayudará a retener a esos valiosos empleados hoy en día, no después de que se hayan desconectado emocionalmente y renunciado. Los líderes que revisan la hubris en la puerta y escuchan auténticamente de esta manera crean confianza, pero incluso los líderes más inteligentes tienen este punto ciego donde no aprovechan las habilidades de escucha activa para construir y apoyar la cultura. El mensaje que llega a los empleados es que no son vistos como importantes y como parte de la familia, un error crítico incluso para los más destacados líderes.

  1. No brindar suficiente información a los empleados

Los grandes expertos en liderazgo inteligencia emocional informan a sus empleados cuando se producen cambios. Transfieren todo el conocimiento que pueden, tan pronto como puedan, para evitar la separación y la baja moral. Dan a los empleados los pros y contras de una nueva estrategia, y no se detienen para evitar la aparición de sorpresas desagradables más tarde. Cuando la moral esta abajo, tranquilizan a sus empleados dándoles los hechos y cómo encajan estos en el panorama general. Nunca dejan de pedir información y averiguan cómo se sienten los empleados acerca de lo que va sucediento. Finalmente, entregan diplomáticamente las malas noticias y con tacto, eligiendo el momento y enfoque correctamente. Desafortunadamente, cuando los mejores líderes no logran comunicarse auténticamente a este nivel, irremediablemente con el tiempo, descubrirán que su gente se distanciará y perderá su confianza.

  1. No entrenar a los empleados

En el mundo del deporte, es esencial que los mejores atletas tengan entrenador. Pero cuando se trata del mundo de los negocios, el coaching es su equivalente pero también un elemento que puede ser considerado como raro. No importa que tan grandes e inteligentes puedan ser algunos profesionales de liderazgo inteligencia emocional, por lo general no comprenden el conocimiento, o ver el valor que puede representar para su empresa el coaching. La creencia en torno al coaching necesita cambiar porque, sinceramente, los gerentes que son buenos entrenadores producirán mayores resultados en menos tiempo, aumentarán la productividad de su equipo y, en última instancia, podrán generar más líderes de entre sus seguidores. El Coaching en su mejor forma no tiene que ser un proceso formal y elegante que requiere un gran presupuesto. Una vez que puedas instalar las bases, es simplemente un proceso de diálogo mutuo y positivo que incluye hacer preguntas, dar consejos, proporcionar apoyo, hacer seguimiento a la planificación de la acción, y ganar tiempo para ayudar a crecer a sus empleados.

  1. No reconocer a sus empleados

Incluso quienes mejor aplican sus conocimientos en liderazgo inteligencia emocional encontrará que – mientras se centra en la concreción de su visión, la aplicación de la estrategia, el establecimiento de metas y expectativas, y hacer los números – que descuidan el poder que proviene del reconocimiento de sus empleados. Para mejorar drásticamente la experiencia de éstos, los líderes necesitan aprovechar la innata y necesidad humana de apreciación. Es parte del diseño humano querer ser reconocidos por la excelencia en el trabajo. Investigaciones realizadas confirman esto. Se encontró que los empleados “trabajando para organizaciones que ofrecen programas de reconocimiento, y particularmente aquellos que proporcionan recompensas basadas en demostrar valores fundamentales”, tuvieron una experiencia de empleado considerablemente mayor y más satisfactoria que aquellos en organizaciones que no ofrecen programas ese tipo de programas.

  1. La política de puertas cerradas

Tener una política de puertas abiertas es una estrategia de comunicación para atraer a sus empleados a un nivel alto, pero incluso los mejores líderes olvidan o no aprovechan esta práctica. Esta práctica puede considerarse como una piedra angular para la buena comunicación dentro de una empresa. Esto es importante mientras una empresa crece y las distancias entre los equipos y su gente comienzan a manifestarse. Lo que se busca es que los nuevos empleados sientan que esta es una misión en la que todos están juntos. Una política de puertas abiertas establece el tono para esto. Los egresados del curso liderazgo inteligencia emocional, siempre que estén en su oficina y disponibles, deben animar a cualquiera a acercarse y compartir sus ideas sobre cómo se sienten. La estrategia le ayuda a insertarse en lo que los empleados están hablando, qué cosas mejoran la moral y permite a los empleados sentir que son parte del equipo.

Liderazgo y Dirección de Equipos