Pero, ahora bien, ¿Qué es una Start-up?

Cuando usamos este término, nos referimos a una pequeña o mediana empresa con poco tiempo de creada y, casi siempre vinculada a la tecnología.

Las Start-up son el producto de una idea innovadora que, en base al conocimiento de unos pocos socios, busca escalar y convertirse en un negocio rentable.

Las Start-up suelen detectar y aprovechar nichos en el mercado que tengan gran potencial y sean tendencia pasajera, como los accesorios tecnológicos, cuyo tiempo es delimitado. Luego de explotar la idea se suele buscar un nuevo nicho y crear una nueva Start-up.

¿Cómo funcionan?

Las Start-up se diferencian de las empresas capitalistas que comúnmente conocemos, principalmente por la dinámica organizacional de los recursos humanos. Los sectores de producción, investigación, marketing, entre otros, se encuentran a cargo de los mismos socios, profesionales también especializados en diferentes áreas específicas.

Son muy flexibles y adaptables, razón por la que se adecúan fácilmente a las demandas y cambios del mercado. Además, el capital de inversión no suele ser alto y es probable obtener ganancias sustanciales más allá de la fecha de su creación. Pudiendo incrementarse, en un período de 4 años posteriores a su lanzamiento, unas 20 veces aproximadamente.

La imagen en las Start-up es crucial, así como el manejo adecuado de las relaciones con el cliente, ya que en sus inicios no gozan de gran popularidad, por no ser una marca conocida, ni cuentan con posibilidades de emprender grandes campañas publicitarias para masificar ventas y fidelizar clientes; razón por la cual estos emprendimientos tienen como herramienta principal, la publicidad en internet, e incluso para comercializar sus productos lo suelen hacer por éste medio.

Invertir en Start-up

Como ya mencionamos, estos negocios no cuentan con grandes capitales, y su desarrollo y crecimiento muchas veces se encuentra limitado por los escases de recursos económicos. Sin embargo, es factible conseguir capital suficiente para crecer, en algunos casos, de forma vertiginosa y esto suele deberse a que existen personas del ámbito empresarial atentas a las Start-up y con intención de invertir en aquellas que, según su olfato, puedan reportarles importantes beneficios.

Estos inversores inyectan capital en estos proyectos, y se les conoce como inversores ángeles (Business Angels), y a cambio de ello suelen obtener acciones o algún tipo de participación, apostando a la idea de que la Start-up crecerá en gran medida y, por ende, sus acciones. Las sumas de inversión no son cuantiosas, en general; sin embargo, lo más común es que ese inversor también coloque capital en otras Start-up con la expectativa de que alguna o varias se conviertan en grandes negocios, rentabilizando así la inversión al máximo.